viernes, 28 de marzo de 2008

Heidi

Alegre y con mofletes sonrojados, Heidi es una niña suiza huérfana que durante los primeros años de su vida vive con su tía Dete. Pero más tarde pasa a estar al cuidado de su abuelito, un anciano que vive una vida de ermitaño con su fiel perro, Niebla, en las montañas cercanas a un pueblito de Suiza. El abuelo acepta de muy mala gana cuidar a Heidi, pero la inocencia y bondad de Heidi terminan por cautivarlo de modo que su carácter duro termina por ablandarse y poco a poco comienza a aceptar la idea de reintegrarse a la sociedad.
Rápidamente aprende a amar la naturaleza, los campos abiertos y los animales. Heidi adquiere como costumbre acompañar a Pedro, un pastor del pueblo que lleva diariamente a pastar a las cabras del pueblo. Una de las cabras de Pedro y la preferida de Heidi era Copito de Nieve.

Después de un tiempo, Dete regresa por Heidi pensando que tiene una gran oportunidad para ella: la familia Sesseman necesita a una niña que le brinde compañía a la pequeña Clara, una niña paralítica que debido a sus impedimentos tiene que estudiar en casa con maestros particulares y no tiene la oportunidad de convivir con nadie. Sin embargo, ni Heidi ni el abuelo tienen disposición a separarse, por lo que Dete tiene que engañar a Heidi para que la acompañe.
La vida de Heidi en Frankfurt es gris, monótona y llena de reglas que ella no entiende ni le interesa aprender, lo cual es causa de frecuentes conflictos con la
señorita Rottenmeier, la institutriz y ama de llaves de los Sesseman. A pesar de que Clara y Heidi se hacen rápidamente buenas amigas, Heidi extraña tanto su hogar que empieza a encerrar en ella mucha nostalgia. Las cosas llegan tal grado que el padre de Clara decide que Heidi regrese a Suiza con su abuelo, muy a pesar de las protestas de Clara, que le toma mucho afecto a Heidi.
Durante la ausencia de Heidi, el abuelo comprende el peso de la soledad, por lo que al regresar Heidi con él decide hacer caso a los consejos del párroco y bajar al pueblo durante el invierno para que Heidi pueda ir a la escuela y conviva con los otros niños. Todos en el pueblo se asombran de este cambio de actitud, pero se alegran por Heidi.
Algunos meses después, en la primavera, Clara convence a su padre de que la deje visitar a Heidi en las montañas. Los cuidados de Heidi y su abuelo, así como el contacto con la naturaleza, le permiten a Clara recobrar la confianza suficiente en si como misma para intentar caminar nuevamente. Después de un periodo de alimentación especial, así como de ejercicios, Clara finalmente puede volver a caminar y con ello sorprender a su papá.
Quizá ha sido una de las historias con las que más hemos llorado todos de pequeños. ¿Quién no se emocionó cuando Heidi volvió a las montañas con su abuelito? Y ¿Qué sentisteis cuando Clara comenzó a caminar? Yo sigo emocionándome con
Heidi, sus mofletes sonrojados y su interminable sonrisa.














Tmb os dejamos un video con el inicio de la serie

http://www.youtube.com/watch?v=TOvjgx-Hb8o

Letra:

Abuelito dime tú,
qué sonidos son los que oigo yo.
Abuelito dime tú,
por qué yo en la nube voy.
Dime por qué vuela el águila así,
dime por qué yo soy tan feliz,
abuelitooooo, nunca yo de ti me alejaré.
Abuelito dime tú,
lo que dice el viento en su canción.
Abuelito dime tú,
por qué llovio, por qué nevó.
Dime por qué somos blancos,
dime por qué soy tan feliz,
abuelitoooo...



Disfrutadlo!!

fUENTES:

1 comentario:

Anónimo dijo...

uff no soporto a heidi
es superior a mi
q ni�a mas repelente!!

yo creo q es lo peor despues de los teletubies

siempre exitio el rumor de heidi con el abuelo... y no se yo
demasiado contenta estaba ella para vivir sola en la monta�a

y pedro con las ovejitas....

q dibujos esos


un saludo