

Las cosas más simples nos hacían felices, no necesitábamos nada más que un balón, una comba y dos amigos con los que hacer el ganso durante todo el día...
Una de las series a la que nos acostumbramos fue Chicho Terremoto (Dash! Kappei, que se puede traducir como ¡Apresúrate, Kappei!) de Noboru Rokuda (un autor prácticamente desconocido para muchos de nosotros pero con varias obras a sus espaldas), que nos cuenta la historia de un pequeño granuja bajito y cabezón llamado originalmente Kappei Sakamoto que debido a casualidades de la vida entra a jugar en el equipo de baloncesto de su escuela, “los búfalos” (Seirin). Al principio no tiene demasiado interés en formar parte del mismo por cuestiones deportivas, y lo único que le retiene allí es la presencia de Rosita (Akane), una bella chica dueña de un perro que la ama (Bobby) de la que el pequeño se enamora. La joven es miembro de un equipo rival llamado “los leones”, pero finalmente entra a formar parte del mismo en que juega Chicho, y el chaval decide quedarse definitivamente también, aunque deberá luchar por el amor de Rosita, cortejada por Alan Tobias, de “los leones”, que se convertirá en un difícil rival para el joven.
Kappei posee una gran debilidad, y es que le fascinan las chicas, especialmente aquellas que llevan ropa interior blanca, y siempre se las apaña para conseguir ver las bragas a toda joven con la que se cruce, por lo que formará más de un escándalo allá por donde vaya; si tenemos en cuenta que pese a ser demasiado bajito para jugar al baloncesto es uno de los mejores en su equipo debido a su maña para encestar y engañar al contrario, tenemos en este pequeño a todo un espectáculo que hará las delicias de grandes y pequeños. Chicho Terremoto es una serie muy a tener en cuenta de la que pudimos disfrutar hará unos cuantos años en la cadena Antena 3 de televisión y que pese a tener más de 2 décadas posee más calidad que muchas de las series animadas con temática “deportiva” que existen en la actualidad…
Recureda la canción con la que daba comienzo la serie...
Chicho es un canijo, un canijo pequeñito, que llega muy alto para hacer un buen tapón.
Chicho, chicho es un terremoto que destroza todo su famoso tiro del gatoes de lo mejor.
Eres grande en una pista tienes grande el corazón. Las miradas de esa chicase roban como un balón.
Chicho es un canijo,un canijo pequeñito, que llega muy altopara hacer un buen tapón.
Chicho es un canijo,un canijo pequeñito,es bajito, un comino es un campeón.
Chicho terremoto,terremoto, terremoto eres grande en una pistat ienes grande el corazó
Si queréis recordar la cabecera pinchad aquí!
http://http://www.youtube.com/watch?v=uqQPhuav9AA
FUENTES: http://cuentalo.bitacoras.com/archivos/2005/07/30/pippi-calzaslargas
FUENTE: http://listas.20minutos.es/?do=show&id=7857
http://cuentalo.bitacoras.com/archivos/2005/11/11/verano-azul
Link con la cabecera de la serie:
http://www.youtube.com/watch?v=G5hll4TX8hE&feature=related
FUENTES: http://cuentalo.bitacoras.com/archivos/2005/10/19/calimero
Cabecera de la serie animada:
http://http://www.youtube.com/watch?v=7O8oaEA-_nM
FUENTES: http://cuentalo.bitacoras.com/archivos/2005/08/21/marco
Los Reyes Magos no siempre nos traían lo que pedíamos, pero oíamos (y seguimos oyendo) que lo hemos tenido todo, a pesar de que los que vinieron después de nosotros sí lo tienen realmente y nadie se lo dice. Se nos ha etiquetado de generación X y tuvimos que tragarnos 'bodrios' como: Melrose place o Sensación de vivir, que apuesto a que te encantaron en su momento, pero vuélvelas a ver, verás que chasco.
Lloramos con la muerte de Chanquete, con la madre de Marco que no aparecía, con lo mala que era la Señorita Rottenmayer. Somos una generación que hemos visto a Maradona hacer campaña contra la droga, que durante un tiempo tuvimos al baloncesto como el primero de los deportes. Hemos vestido vaqueros de campana, de pitillo, de pata de elefante y con la costura torcida; nuestro primer chándal era azul marino con franjas blancas en la manga y nuestras primeras zapatillas de marca las tuvimos pasados los 10 años. Entramos al colegio cuando el 1 de noviembre era el día de Todos los Santos y no Halloween, cuando todavía se podía repetir curso. Los últimos en hacer BUP y COU, los pioneros de la E.S.O. Hemos sido las cobayas en el programa educativo.
Somos los primeros en incorporarnos a trabajar a través de una ETT.
Aprendimos a programar el vídeo antes que nadie. Jugamos con el Spectrum, odiamos a Bill Gates, vimos los primeros móviles y creímos que Internet sería un mundo libre. Somos la generación de Espinete y Don Pimpón.